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Recientemente se ha conocido el estado actual del ‘hombre árbol’ de Bangladesh, Abul Bajandar, que sufre una extraña enfermedad por la que unas protuberancias con aspecto de corteza de árbol surgen de sus manos y pies, desarrollándose hasta el punto en el que pueden llegar a pesar cerca de 6 kilos y le impiden completamente llevar una vida normal.
En concreto, se ha conocido que, tras someterse a numerosas operaciones con el objetivo de extirpar estas protuberancias y permitirle llevar una vida activa y no depender de ayuda, Bajandar ha tenido que regresar al hospital, ya que los síntomas han vuelto a aparecer.
Ahora, Bajandar busca una opción en el extranjero para tratar de dejar atrás la dolorosa enfermedad, pero, en opinión de los médicos del Hospital Universitario de Dacca, en el que está siendo tratado, las expectativas de éxito son escasas y sólo cabe la posibilidad de proporcionarle alivio temporal vía intervenciones quirúrgicas.
¿Qué es la enfermedad del ‘hombre árbol’?
El caso de Abul Bajandar no es único, sino que, aunque la enfermedad es considerada rara y en términos estadísticos su incidencia es muy baja, se ha documentado un buen número de afectados, lo que ha permitido comprender con bastante detalle la naturaleza y mecanismos de esta particular enfermedad.
Se conoce como Epidermodisplasia Verruciforme y consiste, en esencia, en la manifestación extrema de una infección del Virus del Papiloma Humano (VPH) en individuos con una particular mutación genética que impide a sus cuerpos combatir la infección.
Esta mutación determina el desarrollo de la infección de VPH hacia esta forma especialmente violenta; de hecho, los VPH de tipo 5 y 8 (existen cerca de 200 tipos de este virus) que se encuentran presentes en un muy alto porcentaje de la población mundial sin presentar nunca síntomas ni complicación alguna, pueden provocar la ‘enfermedad del hombre árbol’ en aquellos que reúnen las condiciones genéticas concretas.
¿Qué síntomas tiene?
Cabe señalar que no todos los casos en los que se dan estas condiciones y la infección de VPH se manifiesta en forma de Epidermodisplasia Verruciforme son tan extremos como el de Bajandar. En aquellos pacientes que sufren las formas ‘más benignas’ de la enfermedad, los síntomas pueden limitarse a pequeñas verrugas en las zonas del cuerpo expuestas a la luz solar.
En los afectados, los síntomas comienzan a manifestarse la mayoría de las veces en los primeros 20 años de vida.
Las protuberancias con aspecto de corteza o ramas que cubren las extremidades de Bajandar, por tanto, son análogas a las verrugas víricas que en condiciones más típicas pueden aparecer en los casos de infección por VPH y que normalmente son benignas; sin embargo, debido a la documentada relación de algunos tipos de VPH con distintas formas de cáncer, están asociadas a un alto riesgo de desarrollar determinadas formas de cáncer cutáneo, especialmente de tipo carcinógeno.
¿Es contagiosa?
Por su componente genético, la enfermedad no es contagiosa; sin embargo, los médicos estudian patrones de transmisión hereditaria, y algunas de las investigaciones han relacionado la Epidermodisplasia Verruciforme con la consanguinidad de los padres. El sitio web Online Mendelian Inheritance in Man (dedicado a la información sobre Genética Humana) recoge algunos de estos estudios, así como información detallada sobre las mutaciones genéticas concretas que causan esta afección.
¿Tiene cura?
A día de hoy, no se conoce una cura definitiva para la enfermedad, como no se conoce para el VPH; por ello, los médicos coinciden en recomendar el diagnóstico temprano y la prevención (principalmente protegiendo la piel de la luz solar) y el alivio sintomático vía intervención quirúrgica para extirpar las verrugas y, de producirse, las formaciones tumorales.
Fuente y más información:
Diario 20minutos
