Ola de Draupner y su recreación.
Un equipo de investigadores con sede en las Universidades de Oxford y Edimburgo han recreado por primera vez la famosa ola de Draupner en el Mar del Norte en 1995.
La ola de Draupner fue una de las primeras observaciones confirmadas de una ola anormal en el océano; se observó el 1 de enero de 1995 en el Mar del Norte mediante mediciones realizadas en la plataforma petrolera Draupner, y alcanzó un pico de 25 metros sobre su base y de 18 sobre el nivel medio del agua.
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Las olas anormales, conocidas también como olas vagabundas u olas monstruo, son inesperadamente grandes en comparación con las olas circundantes. Son difíciles de predecir, a menudo aparecen repentinamente sin previo aviso, y se suelen atribuir como causas probables de catástrofes marítimas, como el hundimiento de grandes barcos.
El equipo de investigadores se propuso reproducir la ola de Draupner en condiciones de laboratorio para comprender cómo se formó esta ola anormal en el océano. Lograron con éxito esta reconstrucción creando la onda utilizando dos grupos de ondas más pequeños y variando el ángulo de cruce, el ángulo al que viajan los dos grupos.
“La medición de la ola de Draupner en 1995 fue una observación seminal que inició muchos años de investigación sobre la física de las olas monstruosas y cambió su posición del mero folclore a un fenómeno creíble del mundo real. Al recrear la ola de Draupner en el laboratorio, nos hemos acercado un paso más a la comprensión de los mecanismos potenciales de este fenómeno”, asegura Mark McAllister, del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Oxford.
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Fue el ángulo de cruce entre los dos grupos más pequeños lo que resultó crítico para la reconstrucción exitosa. Los investigadores descubrieron que solo era posible reproducir la ola anormal cuando el ángulo de cruce entre los dos grupos era de aproximadamente 120 grados.
Cuando las olas no se cruzan, la ruptura de las olas limita la altura que puede alcanzar una ola. Sin embargo, cuando las olas se cruzan en ángulos grandes, el comportamiento de rompimiento de ola cambia y ya no limita la altura que una ola puede alcanzar de la misma manera.
El profesor Ton van den Bremer, de la Universidad de Oxford, afirma que esta observación de laboratorio no solo arroja luz sobre cómo pudo haber ocurrido la famosa ola de Draupner, sino que también resalta la naturaleza y el significado de la ruptura de olas en las condiciones del mar”.
Coincidente con un grabado del siglo XIX
Para asombro de los investigadores, la ola que crearon tenía un extraño parecido con ‘La gran ola de Kanagawa‘, también conocida como ‘La gran ola’, un grabado en madera publicado a principios del siglo XIX por la artista japonesa Katsushika Hokusai. La imagen de Hokusai muestra una enorme ola que amenaza a tres barcos de pesca y torres sobre el Monte Fuji que aparece en el fondo. Se cree que la ola de Hokusai representa a una ola monstruo.
La ola anormal creada en el laboratorio también se parece mucho a las fotografías de olas anormales en el océano.
Los investigadores esperan que este estudio sienta las bases para poder predecir estas olas potencialmente catastróficas y enormemente dañinas que ocurren repentinamente en el océano sin previo aviso.
Los experimentos se llevaron a cabo en las instalaciones de investigación de energía del océano FloWave en la Universidad de Edimburgo.
Fuente y más información:
Diario 20minutos