El mecanismo de defensa de las abejas asiáticas.
Tan fascinante como efectivo. La defensa de la Apis Dorsata, un tipo de abeja comúnmente conocida como abeja asiática grande, es una cosa de todos.
Un único panal protege los nidos y se convierte en el eje central de la colonia. Suele estar suspendido en las ramas de los árboles o acantilados, a una altura de entre los tres y los 25 metros.
Según los expertos, cerca de tres cuartas partes de las abejas obreras de la población se dedica a defender la colonia de los depredadores más pequeños, como las avispas.
Así, la abeja asiática realiza un movimiento conocido como agitación defensiva, una danza al unísono que simula una onda, visible y audible, que sube y baja a través del panal.
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¿Cómo lo consiguen? Las abejas empujan sus abdómenes hasta 90 grados hacia arriba y los agitan de manera sincrónica. Según cuentan los expertos, este movimiento también puede ir acompañado de rozaduras en las alas, mediante el que las abejas emiten un sonido que repele a los depredadores. Las avispas, por ejemplo, se confunden y salen repelidas al no poder atacar a una única abeja.
Fuente y más información:
Diario 20minutos