Tras casi 36 años en funcionamiento la sonda Voyager 1 (viajero 1) de la NASA parece encontrarse en el límite del sistema solar, una frontera donde el viento solar comienza a debilitarse a favor del viento interestelar.
Dicho límite o frontera entre el sistema solar el resto de la galaxia se tardaría en terminar de cruzar en unos 10 años.
Ya en Abril de 2011 se detectó un cambio en el flujo de partículas, hecho que fue interpretado como una cercanía al fin de la heliosfera (zona límite teórica del sistema solar), y por tanto sería en esas fechas cuando empezó a cruzar la frontera de nuestro sistema solar.
Ahora la sonda habría entrado en otra región de nuestro sistema solar, que los científicos creen que puede ser el último tramo que tenga que atravesar la nave antes de llegar al espacio interestelar, lugar donde el viento solar será completamente sustituido por el viento interestelar.
La NASA ha desmentido que la nave haya podido salir ya del sistema solar como afirmaba Bill Webber, profesor jubilado de astronomía en la Universidad de Nuevo México, en base las medidas del espectro de hidrógeno y helio, que según Bill Webber, se debían corresponder con el espacio interestelar.
La sonda viajera, a pesar de que sí estaría empezando a detectar partículas interestelares, aún no habría salido del sistema solar ya que no se han notado cambios sensibles en la dirección de las líneas magnéticas, signo evidente de que aún está bajo el amparo de la “burbuja solar” o helioesfera. Se estima que la nave tenga energía suficiente para seguir en contacto con la tierra hasta al menos dentro de 7-12 años, por lo que, con un poco de suerte, es posible que podamos ser testigos del momento en que la sonda atraviese la última frontera que ningún ingenio humano ha sido capaz de traspasar hasta el momento.
Las sondas han sido reprogramadas para que aún perdiendo el contacto con la Tierra puedan seguir su misión, de modo que si, hipotéticamente, algún día se reencontrasen, se podría recuperar información.
Las naves VOYAGER tienen energía gracias a un pequeño reactor nuclear compuesto por tres generadores (RTC, generadores termoeléctricos de radioisótopos) que obtienen la energía gracias a la radiación liberada de unos núcleos de isótopos de plutonio. No obstante, como consecuencia de la radiación el plutonio se va inevitablemente degradando y, por lo tanto, cada vez ha sido capaz de aportar menor cantidad de energía a la nave, hecho que ha obligado ir apagando diversos circuitos con el fin de prolongar la vida activa de la misma.
Según declaraciones de Pablo Pérez Zapardiel, director del observatorio de Robledo de Chavela (estación de seguimiento de la Nasa ubicada en las afueras Madrid a 63km del centro de la ciudad) y encargados de la comunicación con la sonda, las transmisiones hacia la nave tardan 36 horas en ser contestadas debido a la distancia a la que está la nave de la Tierra (unos 18.470 millones de km de nuestro planeta, es decir unas 18horas de ida y 18 de vuelta).
Otras sondas como las Pionner, con las que ya se ha perdido el contacto hace una década, también se deben encontrar probablemente en ese área, y la Voyager2 está cerca de llegar a la frontera en la que ese encuentra su hermana, la Voyager 1.
La sonda , inicialmente encarga de estudiar los planeta de nuestro sistema solar y cuya misión inicial terminó satisfactoriamente se adentra, en un último esfuerzo, en la frontera del espacio más o menos conocido, rumbo a un espacio aún incógnito.
FUENTES
RADIO NACIONAL DE ESPAÑA www.rne.es
NASA https://voyager.jpl.nasa.gov/
- Protegido: HOLOCAUSTO NUCLEAR - 13/05/2024
- En directo la caída del satélite ERS-2 de 2 toneladas - 21/02/2024
- Estelas de condensación y Chemtrails : Locuciencia #318 - 13/02/2024