Cuidar el medio ambiente es posible incluso desde nuestro hogar.
Quedan menos de tres años para que todas las viviendas de nueva construcción de España cumplan la normativa europea impulsada por la directiva 2010/31, relativa a la eficiencia energética en edificios. Esta exige una reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo de energía y un incremento de los mismos puntos en el uso de fuentes renovables. Una medida que podría dar pie a un cambio de tendencia en la compraventa de viviendas ante el escenario de mayor concienciación medioambiental que se vive en la actualidad, pero que, además, debe servir de ejemplo para el resto de hogares.
Las acciones que pueden llevarse a cabo desde casa son muchas, pero hay una serie de claves que, además de beneficiar a nuestro bolsillo por la disminución del gasto total, reducen el impacto que generamos sobre el medio ambiente en nuestro día a día. Aunque todas ellas requieren una inversión inicial, no debe perderse de vista que esta se recuperará progresivamente al disminuir el precio de las facturas.
Electrodomésticos eficientes.
Cada vez son más los electrodomésticos distinguidos con las máximas calificaciones energéticas del mercado, siendo aquellos que en la etiqueta muestran una ‘A’ junto a una barra de color verde. Estos aparatos son eficientes porque consiguen realizar las funciones habituales consumiendo la menor cantidad de energía y, aunque puedan ser más caros en el momento de compra, la diferencia se amortiza con rapidez debido a la reducción del gasto eléctrico.
Ventanas y puertas aisladas.
Aunque no se detecten corrientes de aire en el hogar, es conveniente instalar ventanas de doble cristal o doble ventana y carpinterías con rotura de puente térmico para evitar la entrada del calor o del frío. Si bien es cierto que las operaciones de aislamiento requieren una inversión inicial –y algunos días de obra en casa–, la confortabilidad que se gana en cualquier estación de año lo compensa. Además, se evita el abuso de la calefacción y el aire acondicionado, dos de los elementos más contaminantes dentro del hogar.
Sistemas de aerotermia.
Este mecanismo compuesto por bombas de calor (capaces de calentar y refrigerar) utiliza como energía el aire exterior, reduciendo así el impacto medioambiental, y no necesita de radiadores u otros aparatos para propagar el frío o el calor, ya que suele circular por suelo radiante. Su instalación no es sencilla ni barata, pero a la larga es el sistema más efectivo, sostenible y barato para el hogar.
Las bombillas, a examen.
Además de aprovechar siempre que sea posible la luz natural, manteniendo las persianas levantadas y las ventanas abiertas, hay que sustituir todas las bombillas incandescentes por las de bajo consumo, pues duran hasta ocho veces más y se puede ahorra un 80% de energía, o por las electrónicas, aún más eficientes que las primeras.
Fuente y más información:
Diario 20minutos