El planeta Mercurio, fotografiado por la sonda espacial Messenger.
La misteriosa naturaleza de Mercurio, con una alta densidad metálica en su composición, puede ser el resultado de una o también múltiples colisiones con objetos gigantes.
La teoría más ampliamente aceptada ha sido hasta ahora que Mercurio experimentó un impacto masivo en el pasado que causó que el planeta se despojara de gran parte de su manto rocoso.
Sin embargo, según un nuevo estudio de científicos del Centro de Astrofísica y Astrofísica Teórica (CTAC) de la Universidad de Zúrich tiene en cuenta otro escenario para explicar que Mercurio tenga una proporción de hierro a roca significativamente mayor que los demás planetas del sistema solar.
Mercurio sigue siendo un misterio para los astrónomos debido a que es mucho más metálico que sus vecinos. Al igual que la Tierra, Venus y Marte, Mercurio es un planeta terrestre, lo que significa que está compuesto de minerales de silicato y metales que se diferencian en un núcleo de hierro y manto y corteza de silicato. Pero a diferencia de los otros planetas rocosos del Sistema Solar, el hierro constituye una cantidad desproporcionadamente grande del planeta.
El núcleo de Mercurio no solo tiene un mayor contenido de hierro que cualquier otro planeta importante del Sistema Solar, sino que, según su densidad y tamaño, los geólogos estiman que el núcleo de Mercurio ocupa aproximadamente el 42% de su volumen, en comparación con el 17% de la Tierra.
Diferentes teorías sobre su formación
La razón de esto sigue siendo desconocida, pero muchas teorías se han avanzado a lo largo de los años. Como Alice Chau, primera autora del estudio, dijo a Universe Today, estas teorías pueden dividir en dos categorías:
La primera: Mercurio adquirió su gran núcleo de hierro desde el principio, en la nebulosa / disco solar. Cerca del Sol, algunos mecanismos podrían haber sido más eficientes para separar metales y rocas (debido a su diferente temperatura de condensación o propiedades conductoras, o su equilibrio entre la fuerza de arrastre y la gravedad), lo que desplazaría más metales hacia adentro y las rocas hacia afuera. Mercurio se formaría en un lugar más rico en metales que en el resto del disco.
La segunda: Mercurio formó un núcleo similar en relación de masa que los otros planetas terrestres, pero perdió parte de su manto en las últimas etapas de su formación, como en un impacto gigante o por evaporación (y el manto de vapor sería arrastrado por los vientos solares).
La segunda posibilidad, donde Mercurio perdió gran parte de su manto debido a la evaporación o un impacto masivo, sigue siendo la más aceptada entre la comunidad científica. Sobre esta base, Chau y sus colegas estudiaron los parámetros de colisión estándar (velocidad de impacto, relación de masa, parámetro de impacto) y consideraron cuál sería la composición probable de un impactador, así como también cómo jugaría el enfriamiento de Mercurio posteriormente.
El propósito de esto fue determinar si la composición de Mercurio era el resultado de un solo impacto gigante o muchos más pequeños. Si bien ambas posibilidades son raras y requerirían un conjunto único de circunstancias, Chau y sus colegas determinaron que cualquiera de los escenarios de impacto podría explicar la curiosa naturaleza de Mercurio.
Según Chau, esto está respaldado por el hecho de que se han encontrado pocos exoplanetas análogos de Mercurio. En este sentido, cualquier cosa que causó que Mercurio se convirtiera en lo que es, puede ser un evento relativamente raro en lo que se refiere a la evolución de los sistemas estelares.
Fuente y más información:
Diario 20minutos