Por primera vez en la historia los astrofísicos han conseguido detectar múltiples planetas en otra galaxia, desde masas tan pequeñas como la Luna hasta otras tan grandes como Júpiter.
Si ya es difícil que es encontrar exoplanetas incluso dentro de nuestra Vía Láctea, imaginaros lo que se ha necesitado para detectarlas fuera de ella. Investigadores de la Universidad de Oklahoma lograron esto gracias al uso inteligente de las llamadas microlentes gravitacionales.
El estudio fue publicado hace casi una semana, el pasado 2 de Febrero en la revista The Astrophysical Journal (si bien encontramos una versión anterior en arxiv.org) y uno de los dos científicos firmantes es el astrofísico de origen español Eduardo Guerras, que junto a Xinyun Dai publican este trabajo en el volumen 853 de la revista.
La técnica, primero predicha por la teoría de la relatividad general de Einstein, se ha utilizado para encontrar exoplanetas dentro de la Vía Láctea, y es la única forma conocida de encontrar los planetas más pequeños y distantes, a miles de años luz de la Tierra.
Cuando un planeta orbita una estrella, el campo gravitacional del sistema pueden perturbar la trayectoria la luz de una estrella distante detrás de él.
Sabemos cómo se aprecia dicha curvatura de la luz cuando solo son dos estrellas, por lo que, cuando un planeta entra en juego, se crearía una nueva perturbación de la luz que nos llegaría de forma reconocible para los astrónomos.
Hasta el momento, se han detectado 53 exoplanetas dentro de la Vía Láctea con este método en particular, utilizando la curvatura de la luz creada por las estrellas. Sin embargo, la metodología no valía, se requería algo más potente que una sola estrella para encontrar planetas más lejanos, y la respuesta era, un cuásar.

Los astrónomos de la Universidad de Oklahoma estudiaron el cuásar a 6 mil millones de años luz de distancia llamado RX J1131-1231, uno de los mejores cuásares de lentes gravitacionales en el cielo.
El campo gravitatorio de una galaxia a 3,8 mil millones de años luz de distancia entre nosotros y el cuásar, desvía la luz del mismo de tal manera que crearía cuatro imágenes del último. El cuásar está provocado por un agujero negro supermasivo extremadamente brillante en el espectro de rayos X, gracias a la intenso calor de su disco de acreción, o acrecimiento.
Resultaron ser alrededor de 2.000 planetas libres cuyas masas que oscilaban entre la Luna y Júpiter, entre las estrellas de la galaxia.
“Estamos muy entusiasmados con este descubrimiento. Esta es la primera vez que alguien descubre planetas fuera de nuestra galaxia”, dijo Dai .
Por supuesto, no hemos visto los planetas directamente, y es poco probable que nadie los llegue a ver con ningún telescopio en la vida de nuestras generaciones, a no ser que avancen mucho la tecnología. Pero, tan solo poder detectarlos es un increíble testimonio del poder de las microlentes, sin mencionar la prueba que suponen de que, en efecto, existen otros planetas en otras galaxias, aunque esto se supusiera por el sentido común
“Este es un ejemplo de cuán poderosas pueden ser las técnicas de análisis de microlentes extragalácticas”, dijo Guerras .
“Esta galaxia se encuentra a 3.800 millones de años luz de distancia, y no hay la menor posibilidad de observar estos planetas directamente, ni siquiera con el mejor telescopio que uno pueda imaginar en un escenario de ciencia ficción.
“Sin embargo, podemos estudiarlos, revelar su presencia e incluso tener una idea de sus masas. Esta es una ciencia genial”.
Fuente y más información:
https://www.nasa.gov/mission_pages/chandra/main/index.html
https://www.sciencealert.com/planets-found-in-another-galaxy-quasar-gravitational-microlensing
https://iopscience.iop.org/article/10.3847/2041-8213/aaa5fb/meta
https://arxiv.org/abs/1802.00049