En no pocas ocasiones la cultura de los hombres que vivieron en la antigüedad se subestima tachándolos poco menos que de incultos y por ello muchas veces hay quien no llega a entender que determinadas obras se hayan podido llevar a cabo en el pasado. Por esto, una de las labores que siempre hemos querido hacer en Planeta Incógnito es de divulgación de la Historia Oculta, esa historia que, aún siendo muchas veces conocida y contrastada, no suele constar en los libros de texto.
Los autómatas, tema de hoy, son los auténticos precursores de la informática y la robótica de hoy en día, y tocaremos en varias ocasiones el tema por el interés que tiene. Hoy nos ocupamos de los autómatas de Al Djazarí (o Al Jazarí).
La historia de los ingenios automáticos datan desde tiempos de la antigüedad. Al menos desde el tiempo del Antiguo Egipto con fines principalmente intimidatorios, algunas de las estatuas de Dioses (en los templos) despedían cíclicamente fuego por los ojos o emitían sonidos al ser iluminados por el sol; todo ello se realizaba mediante aplicaciones de la física.
También en China y Japón existen leyendas que datan del 2000 a.C acerca de diversos artilugios automáticos entre los que también se encontrarían Autómatas musicales.
Posteriormente, el mismo Herón de Alejandría escribió lo que sería el primer tratado sobre autómatas en el siglo I d.C. Por supuesto también habría que destacar la Maquina de Antikhitera o Anticítera, que merece un capítulo aparte y dataría del año 87 a.C.
Sin embargo, aunque la idea de fabricar automatismos y particularmente los musicales, es probable que rondase en la mente de muchos desde tiempos remotos, no es hasta el siglo XII cuando el árabe Al Djazarí inventó el “primer automática musical” del que tenemos constancia más allá de las leyendas…
Al Djazarí (1136-1206) fué un árabe de origen Sirio o arameo nacido en la antigua Mesopotamia (En Al-Jazira , de ahí su nombre), actual Iraq, entre los ríos Tigris y Eúfrates.
Al Djazarí sirvió como Ingeniero principal en el Palacio Artuklu (la residencia de Diyarbakır una rama de la Dinastía Artuqid quienes gobernaron a través del este de Anatolia como vasallos de la Dinastía Zengid1) al igual que su padre y su hermano.
Estuvo al servicio de Nasir al-Din, durante 25 años. Durante ese tiempo estuvo bajo el patrocinio de la Dinastía Artuquid y recibia por ello un salario y un lugar donde vivir. De este modo le fue posible dedicar mucho tiempo al estudio, la investigación, la escritura, y el desarrollo de diversas invenciones.
Poseía una especial capacidad para crear y ensamblar cuidadosamente los componentes de las maquinas que creaba, posiblemente como consecuencia de haber tenido dos familiares que le habrían enseñado a trabajar los materiales.
Desde luego acabó superando en muchos aspectos a sus predecesores y aunque tuvo algunos fallos al dejar constancia escrita de la matemática y los procesos geométricos que utilizó en su construcción, podemos hablar sin lugar a dudas de uno de los principales precursores de la robótica.
Sus primeros diseños correspondían a intentos de mejora de otros inventos antiguos, principalmente Relojes de Agua. Después, una vez aprendió la tecnología de funcionamiento de éstos, abandonaría esa costumbre para crear nuevos ingenios.
Aunque no se sabe mucho más de lo que rodeó a la vida de Al Djazarí, sí que dejó constancia de todos sus inventos e ideas en un libro-cuaderno manuscrito (El libro del conocimiento de los ingeniosos mecanismos) terminado hacia el año 1205,del que se conservan copias manuscritas repartidas entre los Museos de Londres, Leiden, Dublín, París, Estambul, y diversos documentos en la sede de Washington de la fundación Smithsonian.
El principal elemento de investigación a partir del cual realizaba este científico árabe sus diseños, era el agua. A partir de ésta ideó Bombas Oscilantes (ver fig 2), una máquina de regadío, un reloj con forma de elefante (que también funcionaba con flujos de agua), una máquina-lavabo para lavar las manos también semi-automática, un autómata camarero que servía bebidas y varios inventos más entre los que destacaremos uno especialmente
La llamada “Banda músical de Al Djazarí” . Compuesto por unas figuras con instrumentos musicales que, mediante diversos engranajes y ejes de levas ( mecanismo que no sería descubierto en Europa hasta el siglo XIV), así como una pequeña noria de agua, permitía que del mismo saliese “música” o, al menos, ritmos musicales.
Lo más característico de este artilugio es que por muchos es considerado la primera maquina “programable”. El artefacto (ver dibujo fig 3) tenía el aspecto de cuatro músicos a bordo de una especie de bote que escondía, bajo la cubierta, todos los mecanismos, una pequeña noria y conductos de aire.
Hasta ahí sólo sería un autómata más, algo sofísticado. Sin embargo también contaba con un tambor con el que se podía configurar mediante clavijas las palancas que accionaban los instrumentos de percusión. De esta manera podía modificarse el ritmo y los patrones rítmicos que “tocaba” la figura que hacia de tamborilero.
Al parecer este artilugio sirvió de entretenimiento a los invitados en las fiestas del palacio.
¿Pero realmente este “relojero” árabe fué el primero?
Parece ser que la tecnología oriental pudo superarle años atrás. La ingeniería china que desde el año 3000 a.C empezó a desarrollar relojes, podría haber desarrollado una orquesta mecánica completa que contaba con cuatro músicos que ‘tocaban’ de forma automática. Este ingenio se situaría entorno al año 200 a.C -206 a.C . Según se cuenta, podría haberse encontrado entre el tesoro de Qin Shih Hueng Ti (el mismo que mando crear los guerreros de terracota), que podría pertenecer a la dinastía Qin o a la dinastía Han. Sin embargo, éste hecho, de momento, forma parte de la leyenda.
Desde Al Jazarí, tendrán que pasar varios cientos de años hasta que el siguiente autómata musical vea la luz. Entre tanto Güttenberg “inventaba” la imprenta de piezas móviles ( y entrecomillo porque parece ser que se inventó antes en oriente) y Colón ‘descubría’ América.
Posteriormente, autómatas diversos y variados serian diseñados también durante el Renacimiento, varios de ellos gracias al ingenio de Leonardo Da Vinci y al italo-español Giovanni Torriani (relojero de la corte de Carlos I), hasta llegar así a los sofisticados autómatas de la ilustración como La Pianista de Pierre Jaquet-Droz o los Karakuri japoneses. Pero eso, es otra historia.
1.-La dinastía Zengid fue gobernante de Mosul y después del Califato Fatimí por medio del general Saladino Volver al texto
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